En esta comedia romántica policial, el millonario robo a un hotel de lujo en Río de Janeiro, planeado por los propios empleados, promete dar un giro radical en la vida de todos los involucrados.

Pedrito (Marcos Caruso), dueño del hotel 5 estrellas “Carioca Palace”, es en verdad un rico arruinado. Está en las últimas y por ello decide vender su valioso inmueble a Erick (Mateus Solano), un joven empresario tan ambicioso como exitoso. Sin saber nada de la negociación, Luisa (Camila Queiroz), la inocente nieta y heredera de Pedrito, se enamora a primera vista del comprador del hotel. El problema será que la joven soñó desde siempre en ser la principal administradora del inmueble de su abuelo con el objetivo de devolverle todo el glamour que en el pasado supo tener.

Para cerrar su gestión al frente del hotel con gran estilo, Pedrito ofrece una gran fiesta en el Carioca Palace con motivo de los 25 años de su nieta. Sin embargo, un inesperado acontecimiento escandaliza a todos los invitados: el dinero de la venta del hotel fue misteriosamente robado. Y Luisa descubre en ese exacto momento que Erick es el nuevo dueño del hotel. Mientras tanto, quienes robaron los 40 millones de dólares de la operación de venta, no pueden ni deben gastar el dinero para no despertar sospechas.

Detrás del robo están cuatro empleados del propio hotel que nunca antes habían participado en otro crimen, pero que actualmente enfrentan diversas dificultades económicas en sus vidas. Por eso, tras planear un impresionante plan, lo ponen en práctica: el recepcionista Arnaldo y su novia, Sandra Elena (Nanda Costa), camarera del hotel. El mesero Julio (Thiago Martins); y el conserje Malagueta (Marcelo Serrado), autor intelectual del robo y responsable de convencer a sus compañeros de trabajo valiéndose de su habilidad manipuladora.

Para atrapar a los culpables, la racional e incorruptible investigadora policial Antonia (Vanessa Giacomo) asume el caso. Ella está siempre buscando la justicia y hará todo lo necesario para solucionar el misterio, pero por una ironía del destino, se enamora de Julio, el único ladrón arrepentido. Sin el valor para decirle la verdad a Antonia, Julio se entrega a ese romance que puede costarles muy caro a los dos.